La hora verde feliz

Una hora diaria al exterior no solo hace más felices a los niños, también los convierte en adultos sanos.

En una plaza se maximizan los beneficios del tiempo al exterior para los niños: se encuentran con otros, juegan y se exponen al aire libre.

En una plaza se maximizan los beneficios del tiempo al exterior para los niños: se encuentran con otros, juegan y se exponen al aire libre.


 

Una hora de naturaleza al día

No, no es un happy hour ecologista. La Hora Verde es una iniciativa tan atractiva que quisimos inaugurar este blog con ella. Se trata de un movimiento que comenzó en Estados Unidos en 2007 y consiste en comprometerse a sacar a los niños una hora diaria a la naturaleza. Parece poco pero hay estudios que muestran que algunos niños están pasando menos tiempo al aire libre que los presos de cárceles de países desarrollados*. Esta preocupación llevó a algunas instituciones a unirse a la National Wildlife Asociation (www.nwf.org), que impulsa el programa, y abrir sus puertas gratis a parques en Estados Unidos, también han extendido convenios con otros países europeos. En Chile aún no hay instituciones oficialmente inscritas pero la propuesta es válida igual.


Basta con acompañar a los niños a algún jardín o plaza. Incluso una terraza con algunas plantas sirve. El único requisito es disfrutar con ellos al aire libre. No es necesario planificar actividades especiales porque el principal beneficio que se busca es físico, que el cuerpo sienta la luz natural, el aire, las plantas. Incluso si los niños se aburren, si reclaman, si echan de menos un celular, su cuerpo se relaja y agradece volver unos minutos a su origen, al aire libre. También hay estudios que demuestran esto:  uno de ellos es de la Universidad de Chicago, donde se les pidió salir a caminar a un grupo de voluntarios cuando hacía frío y caía llovizna. Incluso los que no disfrutaron el paseo mejoraron los índices que se medían al volver.

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Jugar afuera asegura mejor salud en la adultez

La sana exposición al sol (para asegurar vitamina D), el ejercicio libre, la capacidad de organizarse y de sociabilizar predicen un crecimiento sano para los niños que pasan tiempo no estructurado al exterior.


Incorporado como rutina diaria el dejar a los niños jugar al exterior no solo tiene beneficios en la salud, también se asocia a mejoras académicas, físicas, sociales y quién sabe qué más. Cada día salen nuevos estudios que concluyen lo mismo: los niños deben jugar afuera.

“El bosque era mi Ritalín. La naturaleza me calmaba, me enfocaba y al mismo tiempo estimulaba mis sentidos”
— Richard Louv, "Last child in the woods" (disponible en Amazon)

*El estudio se hizo en el Reino Unido en 2018, ahí se calculó que al menos tres cuartos de los niños de ese país pasan menos tiempo afuera que el promedio de una hora diaria que recomienda la ONU para los presos. Se estimó que un quinto de los niños no sale afuera en su rutina semanal. El estudio, financiado por Persil (detergente de ropa), fue ampliamente difundido por medios locales y se encuentra fácil en internet en portales de noticia de medios locales.

**Fotos @elciervovolantechile